centro podológico en Madrid

Entre los servicios que ofrecemos en nuestra clínica está el de tratar la onicogrifosis, una alteración en la uña del pie. En este nuevo post vamos a ver en profundidad de qué se trata y cómo hacerle frente.

La onicogrifosis hace referencia a un aumento exagerado del grosor de la lámina ungueal. Como consecuencia, la uña adquiere un aspecto de cuerno o garfio con diferentes formas o direcciones.

Es una patología bastante frecuente en las consultas de podología como Clínica Podosalud y afecta sobre todo a las personas mayores por culpa de traumatismos vasculares periféricos o debido a la artrosis. También puede darse en personas que practican deporte o en las que padecen psoriasis o esclerodermia. En estos últimos casos, el aumento del grosor ungueal es más moderado y puede afectar a manos y a pies.

El crecimiento de una uña onicogrifótica es lento y, habida cuenta del grosor, se hace complicado cortarse uno mismo las uñas con un corta uñas al uso. Pueden darse además dificultades para calzarse y dolor.

Este tipo de uñas presentan surcos transversales, como consecuencia del crecimiento discontinuo, y una textura muy dura. La onicogrifosis tiene mayor incidencia sobre el dedo gordo del pie.

¿Por qué se produce?

Puede deberse a agentes internos y externos. De todos modos, la onicogrifosis aparece de forma tardía debido a la causa que está detrás.

Los traumatismos sobre la matriz ungueal provocados por ejemplo por el uso de un calzado inadecuado o por la insuficiencia del riego sanguíneo en la matriz, pueden derivar en lesiones irreversibles. La alteración de la matriz ungueal provoca un aumento de células ungueales saturando la lámina ungueal e impidiendo una renovación ungueal correcta.

El tratamiento de la onicogrifosis

No hay un tratamiento definitivo. Lo que hay que hacer es visitar periódicamente al podólogo para cortar y rebajar el grosor ungueal. En los casos más complejos puede ser necesario recurrir a tratamientos quirúrgicos para legrar la matriz ungueal de forma definitiva. A esto ha de sumarse una higiene exhaustiva y diaria de los pies además de una correcta hidratación.