clínica posológica en Madrid

Nuestros pies se encuentran sometidos a diario a un trabajo continuo, ya que soportan el peso del cuerpo y van cubiertos con calzado.  Desde nuestra clínica podológica en Madrid, nos gustaría señalar que para su buen funcionamiento, es necesaria una adecuada circulación sanguínea, tener un correcto apoyo al caminar y percibir bien las sensaciones (dolor, tacto, temperatura). Pero cuando se trata de los pies de una persona diabética, pueden existir ciertas complicaciones, ya que los vasos sanguíneos se hacen más estrechos, se reduce el flujo sanguíneo y los nervios se deterioran. Estos factores no solo alteran la anatomía del pie, sino que también disminuyen la sensibilidad, algo conocido con el nombre de pie diabético, el cual  predispone a sufrir heridas o úlceras.

Muchos estudios han constatado que las personas con diabetes tienen entre un 15% y un 25% más de posibilidades de desarrollar una herida o úlcera de pie diabético. Aunque en más del 90% de los casos es posible una curación completa, los cuidados preventivos son esenciales para evitar que aparezcan. Por esta razón, como especialistas en los servicios de podología en Madrid, nos gustaría darte una serie de pautas y recomendaciones muy importantes para tu vida cotidiana.

  1. Vigila el aspecto de tus pies: Inspecciona tus pies a diario para comprobar que no haya rozaduras, hinchazones, cortes, llagas, ampollas, callos o durezas. Puedes ayudarte de un espejo para que te resulte más cómodo. Tampoco te olvides de comprobar el estado de las uñas y los cambios de temperatura y de color de la piel.
  2. Máxima higiene: Lava tus pies a diario con agua templada y jabón neutro. Aplica crema hidratante, sobre todo si tu piel está seca o agrietada (pero nunca entre los dedos). En algunos casos para cortar las uñas, lo más seguro y aconsejable es que acudas a una clínica podológica como la nuestra. En PodoSalud estudiaremos tu caso de manera personalizada y te asesoraremos sobre posibles cuidados que debes tener en cuenta.
  3. Calzado: Utiliza calzado cómodo y confortable, sin costuras y que no oprima los dedos. Evita los tacones y usa plantillas en caso de que te lo recomiende un profesional. También es importante cambiar los calcetines a diario.
  4. Evita peligros: Nunca camines descalzo, ni en la playa ni por casa, especialmente sobre superficies calientes. Tampoco apliques calor sobre los pies con mantas eléctricas, secadores o bolsas de agua caliente. Si tienes frío para dormir, no dudes en usar calcetines.
  5. Mantén la diabetes a raya: Practica ejercicio de manera regular, por ejemplo caminar es una actividad recomendada porque mejora la circulación sanguínea. Asimismo, debes seguir una dieta sana y equilibrada, en la que se controle de manera rigurosa los niveles de azúcar.