La actividad deportiva es imprescindible dentro de un estilo de vida saludable, pero también nos exige una atención a distintos aspectos particulares de nuestra salud física que se pueden ver afectados por los esfuerzos específicos. Nuestra labor en materia de podología y fisioterapia deportiva en Madrid nos permite conocerlo de primera mano. En este sentido, la escalada es sin duda uno de los deportes que más exigen a los pies: posiciones forzadas, elevada presión y movimientos de esfuerzo. A todo ello se suma el uso de un calzado especializado como son los pies de gato, que contribuye a forzar estas condiciones. Es importante entender los problemas que se pueden derivar de esta práctica para vigilar y prevenir en la medida de lo posible.
Cualquiera que haya tenido el acercamiento más tímido a la práctica de la escalada conoce este calzado tan particular: apretado al pie y con una forma rígida para dirigir su curvatura y su aplicación de fuerza hacia las condiciones más apropiadas para agarrarse e impulsarse en las paredes de roca.
La propia forma que los pies de gato fuerzan en el pie propicia, con un uso prolongado, deformidades como dedos en garra, dedos en martillo y juanetes. A todo ello se añaden los esperables callos y durezas.
Uno de los aspectos que más está en tu mano controlar, relativamente, es la presión que ejerce el calzado: es costumbre llevarlo muy apretado para poseer una mayor sensación de control y precisión, pero extremar la presión sobre los dedos favorece la aparición de patologías ungueales como hongos, uñas encarnadas, hematomas subungueales… así que merece la pena que te dejes aconsejar por expertos a la hora de elegir tu modelo de pies de gato.
Por todos estos aspectos, desde Podosalud no podemos dejar de insistir en la importancia de que acudas regularmente a un podólogo si eres aficionado a la práctica de este deporte tan bonito y completo pero también exigente. El profesional de la salud del pie no solo podrá ayudarte cuando una patología sea ya manifiesta, sino que está capacitado para detectar sus indicios a priori y para ayudarte a prevenir los problemas teniendo también en cuenta las particularidades de tu pie.