De todas las especialidades, la podología suele ser de las más olvidadas en la salud de los niños, y, sin embargo, de los cuidados que le demos a nuestros pies desde pequeños dependerá nuestra salud podológica en la edad adulta. El motivo es que estamos a tiempo de tratar y prevenir patologías que podrían agravarse en la edad adulta.

Por ello, lo recomendable es llevar a nuestro hijo a una revisión podológica a los 4-5 años de edad. 

Sin embargo, hay señales que nos pueden indicar que nuestro hijo tiene algún problema, lo que puede llevar a que la consulta al especialista, en este caso el podólogo, se adelante. 

Visitaremos al especialista (podólogo) si notamos

  • Mala posición de los pies al caminar: si al ver a nuestro hijo caminar observamos que las puntas de los pies se meten hacia adentro diremos que tiene un ángulo de progresión de la marcha disminuido o marcha en aducción. Si, por el contrario, vemos que el niño anda con la punta de los pies hacia afuera hablaríamos de un ángulo aumentado o marcha en abducción. En ambos casos, hay que visitar al podólogo.
  • Mayor torpeza para caminar que la mayor parte de niños de su edad.
  • Caídas frecuentes al caminar.
  • Mantenimiento de la posición de “rodillas en X” o pie muy aplanado a partir de los 5 años.
  • Camina de puntillas. hasta los 5 años de edad es normal, pero a partir de esa edad puede indicar la existencia de un problema. 
  • Dolor en el talón o en el pie en general después de realizar deporte.
  • Deformidad de dedo: si el niño tiene los dedos montados o desviados es muy importante acudir al especialista. Si se detecta en los primeros meses de vida, lo más habitual es que los dedos puedan colocarse en su posición correcta en muy pocos meses. De lo contrario, la deformidad se consolida y solo se solucionará con cirugía

En Podosalud somos especialistas en podología infantil y disponemos de protocolos específicos para el diagnóstico y patologías del pie y de la marcha en los niños. No dudes en contactar con nosotros si crees que tu hijo puede sufrir alguna patología.