
Correr es uno de los deportes más sencillos y gratificantes que existen. Sin embargo, también es una disciplina con un alto número de lesiones, especialmente en pies y piernas. La buena noticia es que se pueden evitar si cuidas tu cuerpo y entrenas de forma inteligente.
En el artículo de hoy te contamos cómo evitar las lesiones al correr con recomendaciones podológicas.
Elige el calzado adecuado, adecuado para ti
Que unas zapatillas sean muy buenas para correr, no significa que lo sean para ti. Cada corredor tiene una pisada y una forma de pie distinta. Unas zapatillas inadecuadas aumentan el riesgo de fascitis plantar, tendinitis o incluso fracturas por estrés.
En este caso te recomendamos:
- Pedir cita con nosotros para hacer un estudio de la pisada.
- A partir de ese estudio, elegir zapatillas adaptadas a tu tipo de apoyo y al terreno por el que corres (asfalto, montaña, pista).
- Cambiarlas cada 700-800 km aproximadamente, pues la amortiguación pierde eficacia.
Aumenta la carga de forma progresiva para evitar lesiones al correr
Uno de los errores más comunes en principiantes es subir demasiado rápido la intensidad. La regla del 10% es un buen punto de partida: no aumentes más de un 10% semanal en distancia o ritmo. De esta forma, das tiempo a músculos, huesos y tendones a adaptarse.
Calienta y estira siempre
El calentamiento nunca debería ser opcional. Unos minutos de movilidad articular y trote suave preparan el cuerpo para el esfuerzo. Tras correr, haz estiramientos suaves y presta atención a gemelos, isquiotibiales y pies. Esto reduce la rigidez y ayuda a la recuperación.
Fortalece tu cuerpo en su totalidad ¡y recupera!
Correr no es un ejercicio suficientemente completo para mantener el cuerpo equilibrado. El trabajo de fuerza y estabilidad es fundamental.
En este caso te recomendamos:
- Fortalecer tobillos y pies con gomas y ejercicios de propiocepción.
- Ejercicios de core.
- Entrenamientos cruzados para mejorar la resistencia sin sobrecargar siempre las mismas articulaciones.
Dormir bien, hidratarse y respetar los días de descanso es tan importante como entrenar. El sobreentrenamiento es un enemigo silencioso que puede dejarte parado durante semanas.
No te olvides de escuchar a tu cuerpo
Nadie es mejor deportista por aguantar o sufrir más, al contrario. Forzar el cuerpo es una decisión muy poco inteligente. Muchas lesiones se agravan por entrenar con dolor, lo que alarga el tiempo de recuperación.
En algunos casos, cuando la estructura del pie ya presenta deformidades, pueden ser necesarias soluciones quirúrgicas como una operación de dedo martillo en Madrid, por eso es tan importante acudir de forma temprana al podólogo y no dejar que las molestias evolucionen.
Si te apasiona el deporte, quieres practicarlo con tranquilidad y evitar lesiones al correr, pide cita en Podosalud. Con un estudio preciso de tus pies y un plan adaptado a ti, tus entrenamientos serán más seguros y efectivos.