psoriasis pies

Un 3% de la población mundial padece esta afección. La psoriasis en los pies es muy común pero, al permanecer oculta la mayor parte del tiempo, no le prestamos demasiada atención.

La psoriasis se relaciona con las enfermedades autoinmunes y, en numerosos casos, ni siquiera está diagnosticada. Muchos de nuestros pacientes llegan a la clínica en busca de plantillas ortopédicas a medida en Madrid y es entonces cuando descubren que padecen alguna afección.

La psoriasis no tiene cura, pero sí puede prevenirse y tratarse. Te contamos cómo.

Psoriasis en los pies, ¿qué es?

La psoriasis es una enfermedad crónica de la piel que se caracteriza por la aparición de zonas enrojecidas y escamosas. Lo más frecuente es que causen picazón y dolor.

Puede aparecer en cualquier parte del cuerpo aunque las más comunes son:

  • Cuero cabelludo
  • Codos
  • Rodillas
  • Parte inferior de la espalda

Como ves, los pies son una zona menos habitual y, como la mayor parte del tiempo permanecen cubiertos, la psoriasis en esta zona resulta más desconocida.

Podemos diferenciar cuatro tipos

  1. Psoriasis en placas: es la manifestación más frecuente. Son los parches secos y rojos de lo que te hablamos, a los que llamamos placas.
  2. Artritis psoriásica: los parches aparecen en las articulaciones. Van acompañados de inflamación, rigidez y dolor.
  3. Psoriasis pustulosa palmoplantar: es la que aparece únicamente en las plantas de manos y pies. Presenta ampollas llenas de pus, no infecciosas, que causan irritación.
  4. Psoriasis ungueal: aparece en las uñas y las vuelve blandas y quebradizas. La consecuencia principal de esto es la propensión hacia la infección por hongos.

¿Cómo se trata?

La psoriasis no tiene cura, pero sí tratamiento. 

Entre sus causas encontramos la influencia genética. Esto significa que tendremos una mayor predisposición a padecerla si nuestros familiares la han tenido. En estos casos hablaremos de psoriasis en los pies latente.

También existen factores desencadenantes como traumatismos, lesiones, infecciones graves, estrés, cambios de medicación o humedad.

Dependiendo de su origen, varía su tratamiento, ya que va enfocado a los síntomas de cada tipo existente:

  • En placas: se trata por vía tópica con cremas, que deben ir acompañadas de sesiones de quiropodia en consulta. En ellas retiramos el exceso de queratina para que el fármaco pueda penetrar en el tejido.
  • Artrítica: en este caso se recurre a fármacos modificadores de la enfermedad. Al igual que en la artritis reumatoide se utilizan inmunosupresores, esteroides y analgésicos.
  • Pustulosa palmoplantar: se trata con medicamentos tópicos, medicación sistémica para el funcionamiento general del cuerpo y terapia con luz. En algunos casos también se emplean medicamentos biológicos, dependiendo de las particularidades del paciente.
  • Ungueal: se emplean formulaciones especiales, corticoides y vitamina D.

Si queremos prevenirla podemos:

  • Aprender a controlar el estrés
  • Mantener una dieta saludable
  • Realizar un estudio biomecánico de la pisada para evitar daño en las articulaciones
  • Sesiones de quiropodia para mejorar los problemas cutáneos
  • Vitamina D: la exposición al sol es muy importante para el funcionamiento de nuestro organismo. En el caso de la psoriasis mejora la apariencia de las placas

La mejor recomendación que podemos hacerte respecto a la psoriasis en los pies es que acudas a consulta podológica. De esta forma podremos establecer un tratamiento y prevenir problemas derivados a tiempo.