Seguramente, te haya ocurrido alguna vez. No es tan raro perder una uña, sobre todo tras un golpe fuerte. Pero, ¿realmente sabemos cómo cuidar una uña que se está cayendo? Esto no es algo que todo el mundo conozca. Así que vamos a ver si en las próximas líneas podemos darte unos consejos que te permitan aplicar unos cuidados correctos.
No es ninguna sorpresa que los pies sean las zonas de nuestro cuerpo más descuidadas. Solo nos preocupamos por ellos cuando aparece algún problema, como es el caso de la onicoptosis y que no es otra cosa que una uña que se cae.
Pueden ser varias las causas, como por ejemplo los golpes. Por eso, las uñas negras en el deporte son muy comunes. Pero, si no es tu caso, puede que tengas hongos, ya que es otro de los motivos por el que puede darse esta situación. Como puedes imaginar, lo más importante será determinar el origen de la caída de la uña, por lo que tendrás que ponerte en manos de un especialista para salir de dudas.
Descubre cómo cuidar una uña que se está cayendo
Para saber cómo tenemos que cuidar una uña que se está cayendo, lo primero será saber a qué nos enfrentamos. Por eso, no es lo mismo que sea a causa de un golpe que por culpa de un hongo. Si hemos recibido un traumatismo severo, es posible que se produzca un hematoma bajo la uña. En este caso, habrá que drenar la sangre, permitiendo que la uña caiga por sí misma y que vuelva a crecer en un tiempo.
Un aspecto clave en este apartado es que si la uña crece de forma dolorosa o antiestética, habrá que ponerse en las manos de un especialista. Del mismo modo, mientras sale la nueva, habrá que protegerla al máxima, extremando la higiene, evitando la humedad o el calzado incómodo.
¿Y cómo cuidar una uña que se está cayendo a causa de un hongo? En este caso, un experto será el encargado de valorar la gravedad de la infección para poder actuar en consecuencia. En cualquier caso, es preciso mantener la zona siempre seca y limpia.
¿Y qué hacer si la uña ya se ha caído?
Nuevamente, lo ideal y primero que deberías hacer es visitar a un podólogo para que se encargue de supervisar que la nueva va a salir de forma adecuada y saludable. Del mismo modo, este especialista nos ofrecerá una serie de cuidados, aunque lo innegociable será mantener la zona seca y limpia para evitar contraer hongos y que se complique todo el proceso. Además, habrá que proteger la uña con una venda o gasa que no ejerza demasiada presión en el dedo.