
A la hora de detectar un problema o lesión en el pie hay varias pruebas diagnósticas a las que recurrir. A veces es necesario obtener una valoración completa de los tejidos y conocer la profundidad de los daños para plantear un tratamiento efectivo. Ahí es donde entra en escena la ecografía. Con esta herramienta podemos obtener información visual sobre las partes blandas a tratar. Por ejemplo, tendones, ligamentos, músculos o tejidos subcutáneos.
La ecografía permite estudiar zonas concretas desde un punto de vista funcional y morfológico, dando a nuestros fisioterapeutas información viral para barajar posibles opciones, herramientas y técnicas a utilizar.
Ventajas de la ecografía en fisioterapia
Las ventajas de utilizar la ecografía en fisioterapia son tanto para el profesional como para el paciente.
Al profesional le permite:
- Localizar el problema
- Conocer la profundidad de la lesión
- Realizar un seguimiento
- Obtener información específica para definir tratamientos
- Evaluar posibles complicaciones
Ventajas para el paciente:
- Es una técnica no invasiva
- Localización más rápida del problema
- Mayor probabilidad de éxito en el tratamiento
- Evaluación y seguimiento del daño o lesión
¿En qué casos se utiliza?
En términos generales, puede realizarse en fisioterapia general y deportiva. En el primer caso para identificar y evaluar lesiones en espalda, cuello, piernas, brazos, abdomen, pies, etc.
En el caso de la fisioterapia deportiva, esta prueba diagnóstica sirve para identificar roturas por compresión o distracción, evaluar tendones o músculos o conocer la profundidad de los daños en los tejidos.
La ecografía musculoesquelética en fisioterapia es un procedimiento diagnóstico no invasivo que utiliza el ultrasonido para crear imágenes en dos o tres dimensiones. Se trata de identificar lesiones a nivel muscular, lesiones tendinosas articulares o lesiones ligamentosas. Se usa un transductor que emite las ondas de ultrasonidos de alta frecuencia. Estas se transmiten a la zona corporal en cuestión. El transductor recibe el eco de las ondas sonoras y las transmite en forma de imagen proyectada en la pantalla.
En resumen, en el campo de la fisioterapia la ecografía presenta muchos beneficios. Permite evaluar la lesión consiguiendo un alto porcentaje de éxito en el diagnóstico. Permite la localización exacta de la lesión aumentando la efectividad de la terapia, posibilita valorar la evolución del tratamiento además de ser un procedimiento inocuo. Es especialmente útil en el diagnóstico de roturas fibrilares, esguinces, roturas musculares y tendinitis. La ecografía musculoesquelética es un gran apoyo para el diagnóstico fisioterápico. Es muy útil para observar los cambios en los tejidos que provoca una lesión e ir viendo cómo cambia la zona afectada para valorar si el tratamiento fisioterápico está siendo efectivo. En definitiva, la ecografía se usa junto a otras técnicas para obtener información completa sobre el estado de la lesión y para definir el tratamiento más adecuado.