tipo de calzado

Tengas o no hijos, seguro que en más de una ocasión te has visto dentro de una conversación acerca del calzado más indicado para los más pequeños. En otro post del blog hablábamos por ejemplo de la conveniencia o no de heredar calzado de niños mayores. En esta nueva entrada vamos a hablar del tipo de calzado más indicado para ponerle a un niño o niña que está dando sus primeros pasos. 

¿Cómo podemos ayudar a la adaptación del pie de los pequeños? ¿Cuándo y cómo debemos calzarlos? ¿Con qué tipo de zapato? Seguro que son dudas que asaltan a todas las madres y padres. Hasta los primeros nueve meses, los pies atraviesan varios cambios. Son un importante captor sensorial, procesan información. A partir del tercer mes de vida, el bebé comienza a descubrir cosas. Entre esas cosas, su propio cuerpo jugando con sus pies y manos. Todo esto ayuda a su desarrollo psicomotor.

Después, entre el séptimo y noveno mes, los bebés empiezan a llevar sus pies a la boca. De esta manera, perciben información valiosa de su entorno.  Por eso no debemos ponerles zapatos si aún no caminan. Por el contrario, podemos ayudarles a recibir más estímulos con alfombras multisensoriales o masajes. Los pies son especialmente sensibles. Hay que tocarlos con mucha suavidad para ayudar a su desarrollo psicomotor y estimular los músculos más pequeños de la extremidad. 

Después, cuando comience a dar sus primeros pasos, lo mejor es que lo haga descalzo o con calcetines de suelo. Por ejemplo, con planta antideslizante. 

¿Qué tipo de calzado es adecuado para bebés?

Es importante tener claro qué tipo de calzado es mejor en cada etapa y dar con la talla adecuada. Si necesitamos calzarlos, por ejemplo porque vayan a pisar suelo o terreno irregular, el zapato debe ser muy flexible. Hay un tipo de calzado que es una especie de calcetín con suela. Ha de ser transpirable, es decir, llevar agujeritos en la suela. Esta ha de ser muy fina (de 1 a 3 mm) y no llevar contenciones laterales. Recuerda que, cuanta menos suela haya, más sensaciones percibirán. La puntera tiene que ser ancha para que quepan bien todos los dedos y que no se produzcan golpes en las uñas.

El calzado ha de ajustarse bien al empeine. En cuanto al material, elegiremos zapatos de tela o algodón en verano y de piel en invierno. En todo caso hay que evitar los plásticos. Por otro lado, es preferible que el cierre sea de velcro en vez de hebillas o corchetes. En resumen, lo más importante en los primeros pasos es no calzarles y estimularles mediante alfombras con diferentes texturas y masajes suaves.