pie cavo

Se trata de una patología mucho más habitual de lo que podríamos pensar. Hablamos del pie cavo, un inconveniente que aparece cuando una persona posee una bóveda plantar con más altura de lo habitual. ¿Quieres conocer las principales claves para entender qué significa? Te las explicamos en estas nuevas líneas de nuestro blog.

Lo primero que debes hacer si crees que padeces de pie cavo es ponerte en manos de un especialista. Solamente así vas a disponer de un diagnóstico y tratamiento adecuado que evite problemas y malestares en tu día a día. Has de saber que bien tratado es posible llevar una vida normal sin dolor alguno.

Signos y síntomas del pie cavo

Como hemos dicho antes, el pie cavo supone una altura excesiva de la bóveda plantar. En este sentido, es diferente a los dedos en garra, otro problema bastante habitual, sobre todo en niños. Esta altura por encima de lo habitual puede ir acompañada de una desviación del eje hacia dentro, fuera o mantenerse neutro.

Entre los síntomas habituales que pueden darse, nos gustaría destacar los siguientes:

  • Dolor en los músculos del pie y en los dedos, llegando a producir los dedos en garra.
  • Dolor en la almohadilla plantar de la zona delantera del pie. Esto se da por culpa de una disminución en la superficie de contacto del pie.
  • Aparición de callosidades por culpa de un mal apoyo a la hora de caminar o correr.

¿Y qué causas nos encontramos para la aparición del pie cavo? En este sentido, este inconveniente cuenta con un componente neurológico y de afección muscular. Habitualmente, se asocia a inconvenientes en el desarrollo del sistema neuro-músculo-esquelético del paciente.

Cuando nacemos, lo habitual es que el pie del bebé sea totalmente opuesto a un pie cavo. Pero, a medida que empezamos a caminar, esta extremidad se va desarrollando de forma rápida gracias al trabajo de todos los músculos de las piernas y los pies, dando curvatura al arco plantar, una zona flexible. Hay que destacar que sin esta flexibilidad, sería mucho más difícil absorber los impactos que se dan cuando nos movemos.

  • Para el diagnóstico de un pie cavo se puede realizar un análisis de la pisada y la huella del pie a través de una plataforma de presiones. Además, tienes que saber que existen varios tipos de pies cavo en función de la posición tanto de la zona del talón como de la del antepié:
  • Neutro: con el eje alineado respecto a la pierna.
  • Valgo: el eje del talón se desvía hacia dentro.
  • Varo: el eje del talón se desvía hacia fuera.