caminar con chanclas en verano

Llega el buen tiempo, el sol, el calor, las vacaciones y los días enteros en piscinas y playas. Es momento también de ropa ligera y fresca para combatir las altas temperaturas. Nuestros pies no iban a ser diferentes. Es muy normal caminar con chanclas en verano durante gran parte del día. Si vamos a ir a la playa, ¿por qué no íbamos a ponerlas? ¿Y si te decimos que ese simple gesto puede derivar en graves problemas para tus pies?

Somos conscientes de que estamos ante el calzado por excelencia del verano, ya sea para huir del calor o por comodidad. Pero esto no implica que sean adecuadas para la salud de nuestros pies o que estemos utilizándolas de forma correcta. Lo primero que tienes que saber es que las chanclas están diseñadas para ser utilizadas en piscinas, vestuarios, gimnasios o duchas públicas y siempre a modo de prevención contra hongos o papilomas en nuestros pies. Por lo tanto, no están diseñadas para caminar por la calle ni por ningún camino. Tampoco por la arena.

¿Qué problemas podemos padecer por caminar con chanclas en verano?

Vamos a darte 4 razones por las que no deberías calzarte chanclas para caminar en tus próximas vacaciones:

  1. Inestabilidad
    No es un calzado cómodo para caminar, por mucho que nos empeñemos. Solamente una tira de goma nos sujeta a ellas, haciendo que la marcha sea totalmente inestable, aumentando de manera considerable las posibilidades de una torcedura o un esguince. Además, los materiales utilizados en su fabricación (mayoritariamente de mala calidad) las hacen propensas a resbalones y a perder el equilibrio en pisos mojados.
  2. Dedos en garra
    Otro de los inconvenientes que pueden aparecer si nos empeñamos en caminar con chanclas en verano de manera frecuente. Está comprobado que este tipo de calzado obliga a que nuestros dedos hagan «la garra» cuando se encuentran en el aire para no perder la chancleta. Esto provoca una mayor tensión tanto en los dedos como en la planta del pie.
  3. Fascitis plantar
    Al aumentar la tensión de los dedos, también lo hará de la fascia plantar, generando dolor agudo y una inflamación considerable.
  4. Modificación del patrón de la marcha
    Si nos acostumbramos a caminar con chancletas, tenderemos a dar pasos más cortos de lo habitual por la falta de estabilidad. Esto provocará una alteración del funcionamiento normal de los músculos de nuestras piernas.

Tras todo esto de lo que te hemos hablando, ¿tienes claro cómo preparar tus pies para el verano para no padecer problemas y cuidarlos al máximo? Ponte en manos de profesionales como los que formamos Podosalud y estaremos encantados de ayudarte. ¡Te esperamos!