Como especialistas en el pie, nos gustaría aprovechar este nuevo artículo de nuestro blog para hablaros un poco más en profundidad de los síntomas de una mala pisada. ¿Los conoces? ¿Eres consciente de las señales que podemos percibir y que nos adelantan la presencia de este problema? No te preocupes si no eres capaz de identificarlas. Te las vamos a explicar a lo largo de este post. ¡Comenzamos!
Si algo podemos decirte tras una amplia trayectoria es que es importante estar atentos a estos síntomas desde bien temprano. Así, cuando los niños empiecen a dar sus primeros pasos, habrá que fijarse si todo se desarrolla como debería. Pero no solo ellos. También hay que prestar atención en personas mayores o en deportistas (amateurs o profesionales).
¿Sabías que una mala pisada puede ser la causante de diversos problemas y trastornos de salud? Desde unas durezas en los pies hasta dolores de espalda o de lumbares. También se han registrado inconvenientes en espalda, cadera, rodillas o tobillos a causa de no pisar de forma adecuada.
Principales síntomas de una mala pisada que tenemos que conocer
Uno de los síntomas de una mala pisada más habituales y generalizado es el dolor de pies. En ocasiones, aparecerá cuando estemos realizando una actividad física determinada, provocándonos lesiones o sobrecargas regulares. Hay casos, en cambio, en los que estas molestias no se limitarán a los pies, sino que avanzarán a las articulaciones. Muchas personas desconocen que su dolor de espalda o de rodillas al caminar se debe a una pisada incorrecta. Pasarán años antes de que pueda ponerle solución.
Pero existe una gran cantidad de señales que pueden indicarnos que contamos con un problema en nuestra forma de caminar o correr:
- Fascitis plantar
- Sobrecarga en los tobillos
- Tendinitis en el pie
- Metatarsalgia
- Dolor de rodillas
- Dolor de espalda
- Dolor de cadera
Estos son, a nuestro modo de ver, los síntomas de una mala pisada a los que tendremos que prestar atención. Eso sí, puede haber todavía más, como los juanetes, el espolón calcáneo o un desgaste del calzado irregular o más acusado en una zona concreta.
¿Y qué podemos hacer si sufrimos dolencias en pies, tobillos, rodillas o en la zona de la espalda sin saber muy bien su causa? Si lo que deseamos es descartar una mala pisada, lo idóneo sería someternos a un estudio de la pisada. Es la forma de conocer exactamente cómo pisamos y, en caso de detectar algún problema, empezar a usar unas plantillas personalizadas o apostar por un tratamiento más efectivo.