tratamiento de la fascitis plantar

No es la primera vez que aprovechamos nuestro blog para hablarte sobre una de las lesiones podológicas más típicas. Nos referimos a la fascitis. En el día de hoy, nos gustaría explicarte de una manera detallada cuál es el diagnóstico y tratamiento de la fascitis plantar. Esperamos que os sea de utilidad toda la información que vamos a ofrecerte en estas líneas. ¡Comenzamos!

En un artículo anterior, no hace demasiado tiempo, ya os hablamos sobre las causas y síntomas de la fascitis plantar. Si quieres saber por qué puede llegar a aparecer este inconveniente, pásate por ese texto y descubre los motivos y las señales que nos envía nuestro cuerpo.

Ya sabes que la fascitis es la inflamación de la fascia plantar a causa de un exceso de uso, un estiramiento de la misma o la presencia de factores predisponentes. La fascia es una banda gruesa de tejido que se extiende desde el talón de nuestro pie hasta los huesos de la bola del pie, donde comienzan los dedos.

El diagnóstico de la fascitis plantar

La verdad es que el examen físico para determinar la presencia de esta dolencia es bastante sencillo. Un profesional será capaz de determinar de manera concreta su aparición a través de distintas evidencias, como una hinchazón localizada, enrojecimiento de la zona o un exceso de sensibilidad en la zona del talón a la presión.

Además, a través de la palpación de la planta del pie también se podrán observar prominencias óseas a la altura del calcáneo y la presencia de dolor al realizar algún que otro ejercicio, como puede ser estirar la pierna o caminar de puntillas. Solo en casos extremos, en los que el dolor es prácticamente insoportable, será necesario tomar radiografías del pie.

El tratamiento de la fascitis plantar

¿Y qué hay del tratamiento de la fascitis plantar? ¿Cómo podemos solucionar este inconveniente que puede llegar a ser muy doloroso e incapacitante? La realidad es que el tratamiento también suele ser bastante simple, aunque efectivo. Eso sí, no es rápido, sino que suele tardar varios meses en resolverse de una manera satisfactoria. Así, la constancia en el tratamiento es básica para lograr los objetivos deseados.

Las dos medidas principales son la administración de antiinflamatorios y la realización de ejercicios de estiramiento para el talón. Eso sí, antes de hacer cualquier ejercicio, hay que consultar a un especialista sobre la manera más adecuada de hacerlo o si es el más apropiado para cada paciente. Otras soluciones que pueden ofrecer mejoría en la zona o reducción de dolor es colocar hielo en la zona afectada por tramos de 10 minutos y, también, el reposo.